Como cuidador, a través del tiempo me he hecho consciente sobre los cambios físicos del envejecimiento, los cuales son más fáciles de enfrentar si se tiene un buen manejo y control de diversas situaciones.

Uno de estos cambios es la incontinencia urinaria por esfuerzo, un trastorno que se presenta cuando la vejiga pierde la capacidad para mantener la orina, provocando su eliminación involuntaria. Ésta es más frecuente pasando los 65 años y en personas de sexo femenino, aunque también puede presentarse anticipadamente en ambos sexos.

Para fines de cuidadores, vale la pena que conozcas algunas de las preocupaciones principales que las personas con incontinencia llegan a tener, como por ejemplo:

  • Tienen miedo a orinarse durante las actividades físicas, lo que los lleva a ser sedentarios.
  • Comienzan a observarse cambios en su composición corporal, como el aumento de peso (está ligado al punto anterior) provocando disminución en su autoestima.
  • Reducen o suspenden su actividad sexual, causando problemas en la relación con su pareja e inestabilidad emocional.
  • Temen salir a lugares públicos, ya que pueden tener una micción accidental en la calle y así humedecer su ropa.
  • Se distancian de los grupos de personas, ya que la situación puede provocar mal olor, y con esto rechazo y malas críticas sociales.

El uso del pañal o pañales a un familiar con incontinencia urinaria, trae grandes ventajas. Algunas de las mejoras que se notan desde los primeros días de uso son:

*Cambio a una actitud positiva
*Aumento de la autoestima
*Recuperación de la confianza para relacionarse con otras personas
*Mayor seguridad, derivada de un área genital seca y limpia
*Ropa siempre presentable y sin malos olores.
*Realización de movimientos cómodos, libres y sin accidentes.

Al usar pañales, ayudas a tu familiar a incorporarlo de nueva cuenta a sus relaciones sociales, retomando la vida sin ningún problema. Y siempre estará protegido y sin preocupaciones.