Los cereales no pueden faltar en su mesa, hoy en día son imprescindibles en cualquier dieta por el alto contenido en vitaminas y minerales.
Los nutricionistas los recomiendan por su aporte de hidratos de carbono complejos (almidón) que son una fuente de energía de alta calidad. También son la principal fuente de hierro y una fuente importante de fibra.
Los nutrientes que nos aporta la ingesta de cereales están generalmente divididos en cinco clases: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
Hidratos de carbono: son nuestra principal y más importante fuente de energía, siendo el componente mayoritario de los cereales de desayuno, en una proporción que oscila entre el 75-90%.
Azúcar: el azúcar es un hidrato de carbono y, por lo tanto, la principal fuente de energía para el cuerpo y una parte esencial de nuestra dieta. Una ingesta adecuada de azúcar ayuda a aumentar la energía a primera hora de la mañana.
Proteínas: los cereales contienen entre un 6 y un 10% de proteínas cuya calidad mejora notablemente al ser consumidos con otros alimentos, como los productos lácteos (leche, yogur).
Grasa: la mayoría de los cereales para el desayuno suelen ser bajos en grasa (menos del 3%), por lo que resultan muy aconsejables para prevenir el sobrepeso y la obesidad.
Sal: en los últimos años, los fabricantes de cereales han realizado importantes esfuerzos para reducir el contenido en sal (en una media del 52%) utilizadas en el proceso de fabricación.
Las vitaminas y los minerales: algunos cereales como la avena y el muesli, son naturalmente ricos en vitaminas, mientras que muchos otros están habitualmente enriquecidos con una amplia variedad de vitaminas y minerales diversos (vitaminas del grupo B, folatos, vitamina D, hierro, calcio, magnesio, etc.)
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Fuente: AsociacionCereales.es
